lunes, 11 de junio de 2007

Pegados


Cuando decidí empezar este articulo pensé que todas maneras algunas de mis buenas amigas iban a resentirse un poco. Pero bueno. Soy una persona que a pesar de lo que han leído, disfruta de su soledad. Tal vez por ello no entiendo a las mujeres que necesitan a un hombre a su lado. No hablo del compañero, hablo del accesorio. Este tipo de mujer que no es capaz de salir de su casa sin él. Cuyo esposo, novio, amante o amigo cariñoso, TIENE que salir con ellas a donde se les plazca ir y además por supuesto disfrutarlo. Así se trate del cumpleaños de la mamá, el bautizo del sobrino o el matrimonio de la cuñada de la prima de su amiga. No, ellas no quieren que vayas para estar con ellas, quieren que quieras ir con ellas, por alguna razón que mis años de subyugación matriarcal aun no me dejan entender. Estas mujeres aun no han superado la tan proclamada Liberación Femenina, ellas trabajan, estudian, son independientes económicamente, pero aun así no se sienten completas sin un hombre a su lado. Por supuesto este hombre debe ser, presentable, amable pero no coqueto, divertido pero no payaso, debe ser envidiable pero no levantable. Es mejor si tiene auto, para que este presto a pasar por ti, buen trabajo para que invite y claro llevarse bien con los demás novios de sus amigas. No importa si este hombre tiene otras cosas que hacer o si simplemente no tiene ganas de salir con ellas, eso es un mero detalle. De allí la chantajista pregunta: ¿Me vas a dejar sola?. Lo que se puede leer también como: ¿Vas a querer sexo?.
Esta mujer por supuesto es una freak del matrimonio, ella lo piensa desde que te conoce, te imagina con esmoquin llegando al altar y decorando la casa y el cuarto del bebe. En mi caso saldría huyendo, pero por supuesto hay hombres que no. Que comparten la codependencia, que se quejan, pero hay están cuando los llaman. Ellos pueden haber perdido imagen a su lado, y andar diciendo que lo hacen para no pelear o para conseguir un poco de cariño mas tarde, pero en el fondo todos sabemos que es más probable que una mujer lleve la relación. Nosotros también queremos a la novia perfecta, aunque eso signifique sentarse cinco horas de un sábado por la tarde a esperar que le terminen su laceado japonés.