jueves, 25 de febrero de 2010

Things you can tell just by looking at her


Cuando lo conocí pensé que era justo lo que estaba buscando, alguien sencillo, bonito y joven. Pero claro las cosas en las relaciones nunca son sencillas y como decía mi abuelo, cada quien tiene su propio infierno. Lo que no imaginaba es que me iba a involucrar tanto con algo a lo que me hubiera negado si me lo hubiesen preguntado antes. No me estoy quejando, solo estoy sorprendido. Creo que sin querer, más que explorar hacia donde íbamos, necesitaba explorarme a mí. Como si actuara por descarte. GP es muy joven aun para saber lo que quiere, cree estar seguro de haber encontrado el camino correcto, pero en su caso estoy seguro que solo se trata de colocarse una máscara para sentirse más confiado de sí mismo, más admirado y más deseado. Cuando a cara lavada es mucho más lindo. La primera vez que lo vi de Criss, pensé en que debía salir huyendo de esa situación, la chica que él era, no se parecía en nada al chico que a mí me gustaba, pero debo decir que se veía bien ¿representándola?, llevaba un pequeño polo amarillo, unos jeans ajustados y mas maquillaje que mi mama en los ochenta, pero a pesar de su pose de: Ya llegue yo, estaba buscando aprobación en mi mirada, y como siempre he pensado que todos necesitamos un poco de soporte, sonreí y le dije lo linda que se veía: Por supuesto me pase todo lo que resto de la noche confundiendo los géneros o llamándolo: GP. No mentí cuando dije que se veía linda, que no fuera mi tipo de belleza era muy diferente. Lo que no había previsto es que Criss activaría en mí un botón olvidado del cerebro. En algún momento de la noche se acerco y me dio un beso, pero no fue eso lo que me gusto, sino sentir sus tetas, que aunque falsas, me hicieron pensar en el tiempo que tenia sin sentir unas y más aun sin verlas. No sabía hasta ese momento que las extrañaba, tal vez por eso acepte salir varias veces más con Criss y no con GP, hasta que me di cuenta que si las extrañaba, pero las reales, que quería seguir saliendo con GP y no con Criss. Pero por esa mala manía mía de no herir susceptibilidades, me deje llevar un poco más, además debo admitir que me parecía divertido andar de la mano con ella y causar un poco de escándalo. Es interesante ver como los peruanos somos tan obvios cuando fingimos no mirar o como gritamos nuestros supuestos susurros. En un par de ocasiones sentí que más que una cita estaba haciendo un estudio antropológico. Con arresto incluido por andar recogiendo tracas en el centro. Pero como todo, salir con una chica perdió su magia rápidamente. Y cuando le dije que quería seguir saliendo con GP y ya no con Criss no lo tomo muy bien aunque prometió que lo intentaría. Lo cual por supuesto no cumplió.
Supongo que supe que era el final el día 14, cuando estábamos en una discoteca llena de gente y sin aire acondicionado, no sé si era el calor, pero ya ni el reggaetón chacalonero con mas punteadas que en la combi me convencieron de seguir esperando por no sé qué. Encontré una escusa para irme rápido, y para no cagar (mas) la velada lo invite a salir un par de días después y fue allí que me presente como amigo comprensivo pero mas nunca como pareja cariñosa. No sé si era su manera de fingir que más le importaba calzar un taco aguja que seguirme en zapatillas (Puma, obvio), pero dijo: OK, a mi despedida, sin perder el equilibrio o la supuesta seguridad del maquillaje. Siempre voy a recordar a GP como la persona que me enseño, otra vez, a ser tolerante, pero también como alguien que me hizo sentir que nunca digas nunca no es una opción válida, en la vida hay que experimentar y probar de todo para saber que no te gusta. Es poco probable que me gusten las tetas otra vez, pero este año necesito sentir unas, reales, para estar seguro.