lunes, 5 de octubre de 2009

Dos para el camino

Esta es que duda cabe una ciudad de contraste, esta semana he empezado una nueva etapa, un nuevo trabajo que no solo implica empezar de cero sino también empezar algo nuevo, no por el trabajo en si, sino porque ahora tendré que hacer cosas que no había hecho antes. Pero además y como coincidencia, aunque siempre creo que hay algo detrás de ellas, también conocí a dos personas que podrían tener muchas cosas en común, pero que sin embargo no las tienen. Ambos son gays de veinte y viven en el cono norte. Oh my!! Dirán algunos por ahí, pero no es de eso de lo que se trata. Ambos sabían que eran gay desde que gateaban, disfrutaban la postura supongo, y ambos viven sus vidas sin miedo a las miradas y sin dorar la píldora. Ambos vienen de familias establecidas y tienen padres intolerantes, pero conciliadores. No son felices con tener hijos así pero pueden convivir con ello, como si el amor filial triunfara sobre la homofobia o al menos fueran un analgésico en algunos casos y un ansiolítico en otros. Pero hay algo que los separa y que puede servir de muestra de cómo puede sobrevivir alguien en Lima siendo gay y vivir (gritar) para contarlo.
Renzo vive en Comas, estudia Enfermería Técnica y trabajo en la recepción de un telo de la Panamericana Norte, tiene pinta de gay achori y un boquita de caramelo que derrama mas lisura que Chabuca Granda, usa mas pulseras que mi hermana en los ochenta y siempre tiene puesto un guante como signo particular. Uno podría pensar al verlo que es alguien con quien no hay que juntarse ya sea por imagen o por instinto de supervivencia, pero sin embargo como suele ocurrir muchas veces, solo hace falta destapar una capa de piel, para descubrir a las personas. Renzo trabaja de noche y estudia de día, porque nadie puede pagarle una carrera, es contestario porque si creces en un barrio como el suyo y te gusta Hannah Montana, no por admiración sino por envidia, tienes que serlo, además le han roto el corazón tantas veces que la canción de Cristina y los Subterráneos se baso en él y tal vez por ello se volvió desconfiado e implacable en lo que fidelidad se trata. Es un luchador y se le nota en la cara todavía de niño pero de ojos más bien tristes. Renzo esta buscando quien lo quiera, pero no por eso pierde su objetivo en la vida, hacer lo que le gusta sin debérselo a nadie.
JianPiers (Sic) vive Los Olivos, estudia Hotelería y Turismo, que siempre he pensado es una forma formal de ser brichero. Es bastante lindo, dentro de las posibilidades de un chico de Lima Norte, es fashion y siempre lleva el pelo a lo Zac Efron, aunque siempre me corrige y dice que es por Chase Crawford de Gossip Girl. Sabe la diferencia entre un Apple Martini de Lola y uno de Macarena, pero no tiene la menor idea de quien es el ministro de economía y por supuesto nadie le preguntaría eso a él tampoco. Tiene esa mirada de picara quien se sabe lindo y ergo deseado, y tiene una visión muy clara de sus tácticas de guerra, es un luchador como Renzo, pero por diferentes batallas. JianPiers siempre tiene que tener lo ultimo, estar In es de vida o muerte en su caso. Y seguramente por eso he capaz de cualquier cosa para obtener lo que quiere. Si, el fin justifica los medios y si tiene que arrodillarse o ponerse en posición de pollito tomando agua para lograrlo no tiene ninguna objeción para hacerlo. A veces me pregunto hasta cuando puede seguir con ese juego o cuan peligroso puede llegar a ser. Pero también supongo que a él no le importa mucho, además si llega con zapatillas y jean nuevo a su casa ha logrado lo que quiere con el sudor de su frente y algunas otras partes del cuerpo.
Es clásico tener prejuicios en una ciudad como Lima, incluso entre grupos que ya son discriminados y por eso deberían ser mas unidos, pero sin embargo es contradictorio notar que alguien como JP tiene mas aceptación en el gremio que Renzo, simplemente porque luce mas divino y maneja bien aquello de lucir disponible y ser inalcanzable, a menos claro que tengas una visa oro. Renzo puede parecer alguien duro y lo es, pero además creo que tienes mas posibilidades de sobrevivir en Lima sin que le importe lo que piensen de él y sin sentir la necesidad intrínseca de tener un par de zapatillas Puma.