jueves, 30 de octubre de 2008

A donde se fueron los cowboys

Desde hace un tiempo todo parece ir bien, tengo problemas como cualquier persona, pero los líos en los que me meto, son casi siempre, solo culpa mía. No tengo la facilidad de echarle la culpa a nadie, además me gusta el drama. El único problema, si es que en verdad es uno, es que se ha vuelto cada vez más difícil encontrar a alguien con quien me guste estar, al menos más de una vez. No me malinterpreten, tengo, por suerte, el directorio telefónico lleno y mas de uno en situación de delivery, casi permanente. Pero eso ya dejo de ser interesante para mi, ya no me llena como antes, no es que ahora este dispuesto a compartir mi cama, nada mas lejos de eso, pero ahora mas que nunca quiero a un compañero a un partner, no me interesa la salida hueca, a menos claro que termine en buen sexo, a lo que me refiero es que si tengo encuentros de una sola noche todo bien, pero hasta eso termina aburriéndome un poco. Ahora quiero alguien con dos dedos de frente y un poco de personalidad, aunque contradictoriamente termine saliendo con gente que no conoce la diferencia entre Cristina Kirchner y Michelle Bachelet, sobre todo en esta época. Se que a veces pido demasiado, pero creo que finalmente es lo que todos buscamos, alguien que nos haga reír, que sea divertido, pero que también de vez en cuando me baje de mi nube e interprete mis silencios. No estoy buscando un payaso, pero algo a si como un cowboy de Brokeback Mountain que le guste el cine de autor y comer una salchipapa en la Casita. No creo que sea tan complicado, tampoco creo que sea un tema de edad, porque sino no andaría todo el tiempo de chibolero, es solo que mis expectativas son altas y el poder de convocatoria muy limitado. Hace poco mi mejor amigo me conto que había conocido a alguien así, y por supuesto estaba feliz por él, pero también lo envidie un poco. Lo mas paradójico de todo esto es que yo entro del tipo de persona que todos buscan, no es vanidad (bueno…un poco) pero tengo un trabajo estable, un poco de cultura, educado, con humor negro, descarado a veces, con buen performance, sensible y con el suficiente conocimiento de la actualidad para mantener una conversación interesante. Más de uno se me ha pegado por eso, porque me vendo con el paquete del interés, cuando solo quiero quitarles la ropa. No miento, pero tampoco digo la verdad, me aprovecho de mi cara de buena gente e invito un par de tragos mas para lograr lo que quiero, pero cuando me aburro, y eso suele ser muy rápido, mi interés se reduce a menos cero y mi cara de aburrimiento delata u opaca a mi sonrisa fingida, tal vez recibo lo que doy, pero supongo que en algún momento todo cambia. A mi me han puesto en mi sitio dos veces este año cuando decidí dejar la puerta abierta, del primero no me arrepiento, porque logre con ello una amistad maravillosa que es mi orgullo. Pero la segunda vez que lo hice me vieron la cara de idiota, no solo nunca lo vi venir, sino que además se llevaron lo último que me quedaba de compasión y me dejaron más incrédulo que nunca. Tal vez eso es lo que sucede, no es que no haya buenas personas, es que cada vez se ocultan más para no exponerse. No se si estos cowboys modernos, por llamarlos de alguna manera, han dejado de existir, solo creo que ahora les es mas difícil ser ellos mismo, no tanto por miedo al rechazo como a la exposición, cuando te han visto la cara o sean aprovechado un poco de ti, no quieres lavártela y seguir, quieres irte a vivir a una montaña.