Siempre he pensado que la soledad es algo con tres opciones: la disfrutas, te acostumbras a ella o en verdad la odias. Yo me identifico mas con las dos primeras. Pero hace poco y gracias a una conversación con una de mis buenas amigas, entendí que existe otra soledad, mas complicada y mucho menos digerible. La soledad que se siente estando en compañía, y es que la soledad física puedo ser dura, pero de cierta forma entendible, pero la soledad emocional, es en definitiva complicada. Para decirlo con las palabras de Fito Páez: “Dormir contigo es estar solo dos veces, es la soledad al cuadrado”. Cuando te siente solo aun cuando tienes a alguien cerca de ti es mucho mas duro, aunque no sabría decir cual es el real motivo de eso, debe ser tan subjetivo como cualquier sentimiento, y tan complicado como cualquier solución. Cuando sientes que ya no tienes nada en común con alguien, pero que aun los atan temas tan diferentes, como extraños al amor en si, uno no puede evitar sentirse solo con esa persona, que alguna vez llenaba tus vacíos. No creo que se trate de falta de amor, se trata de falta de empatia. Es que inevitablemente llega un momento en la vida en que uno cambia, por decisión o no, pero cambias, y lo que antes te parecía hermoso, ahora ya no te gusta tanto, lo que te resultaba entretenido ahora te aburre y esas pequeñas estupideces cotidianas que antes podías perdonar o fingir no ver, se convierten en cuestiones insoportables, como una pequeña gota de agua cayendo continuamente sobre tu cabeza. Aunque tengo la suerte de no haberlo vivido en carne propia, como cualquier hijo de padres divorciados, se de lo que hablo. Se que significa sentarse en una mesa sin tener nada que decirle a la otra persona o fingir que me importa lo que me esta diciendo. Hacer el amor con alguien pensando en otra cosa, o en alguien mas, es algo que yo también he hecho, pero yo no estoy en pareja y tal vez por eso no es tan duro para mi.
¿Pero qué se puede hacer, hay solución a esto, o es un indefectible paso hacia un final? Puede ser, en verdad no lo sé. Supongo que si, pero también es una forma que la vida, no creo que tenga que ver con Dios, de hacernos saber que estamos en peligro de doblar en la curva incorrecta. Se puede seguir el camino solo, claro esta, pero lo que no se puede, porque no creo que sea saludable emocionalmente: es sonreír mirando a los ojos y tomando de la mano a alguien que se acaba de convertir para ti en un perfecto extraño. Como dice una canción que le gusta a mi madre, cuando se vuelven cadenas lo que fueron cintas blancas, no tienes que ponerte a pensar si esa persona es aun el amor de tu vida, si no por qué esta dejando de serlo.
¿Pero qué se puede hacer, hay solución a esto, o es un indefectible paso hacia un final? Puede ser, en verdad no lo sé. Supongo que si, pero también es una forma que la vida, no creo que tenga que ver con Dios, de hacernos saber que estamos en peligro de doblar en la curva incorrecta. Se puede seguir el camino solo, claro esta, pero lo que no se puede, porque no creo que sea saludable emocionalmente: es sonreír mirando a los ojos y tomando de la mano a alguien que se acaba de convertir para ti en un perfecto extraño. Como dice una canción que le gusta a mi madre, cuando se vuelven cadenas lo que fueron cintas blancas, no tienes que ponerte a pensar si esa persona es aun el amor de tu vida, si no por qué esta dejando de serlo.
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