Me decía hace poco tiempo una buena amiga mía que siempre nos enamoramos de las mismas personas, que seguimos un patrón, y en verdad eso puede ser cierto, al menos en mi caso. Las personas mas importantes en mi vida se parecen muy poco, pero tienen en común el hecho de ser complicadas o venir con carga pesada, es como si me enamorara de los problemáticos, de lo desvalidos o los que están enamorados de alguien mas. En un principio pensé que era porque tenia mala suerte en el amor, pero eso no existe, nos enamoramos de personas así, porque sabemos en nuestro inconsciente que no va a resultar y finalmente es eso lo que queremos, no estamos buscando la forma de hacerlo funcionar sino las razones para dejarlo, como si saboteáramos nuestra propia relación. Siempre fui un poco dramático, un poco exagerado y tal vez por eso necesito el melodrama. Si llama, si no llama, porque no lo hace o cuando hacerlo yo, son siempre ingredientes en mi vida, los construyo yo mismo, pero por supuesto echándole la culpa al otro. Nadie me promete nada, además yo estoy seguro antes de empezar que esperar de ellos, pero aun así, me meto en el lio. Como dije antes para poder echarles la culpa de dejar algo que ni sabían habían prometido.
Por supuesto que no hay mal que dure cien años, y en algún momento te tienes que dar cuenta que te estas equivocando. Y yo lo hice. Solo que me tuve que estrellar contra un muro, cual dibujo de la Warner, para darme cuenta de eso. Es posible que esa persona ni sabia que estaba causando en mi vida, porque finalmente no se sentía incluida o parte de algo, pero para alguien como yo, que ama su libertad más que nada, es más fácil sentir que no es nuestra culpa o que hicimos todo para que la relación floreciera. Es mas, como dije alguna vez: no quiero firmar contratos de exclusividad pero tampoco tengo ánimos de compartir, así que si llegan tarde o no llegan, yo siempre lo supe, pero es mas fácil echarle la culpa al otro. Así puedo decir que no me valoran, y gritar NEXT!! sin sentirme culpable al respecto. Por supuesto tampoco hay que mentir, yo no ando por la vida diciéndole a todos los posibles, que son el amor de mi vida, siempre me resguardo en mi jaula de amigo cariñoso, aunque, claro, siempre hay alguien que tiene la llave maestra. Hoy una amiga me enseño su método de identificación y clasificación para con los posibles, pero antes que nada se tiene que hacer una introspección, y aunque sé que ese puede ser un callejón sin salida estoy dispuesto a correr el riesgo. No quiero involucrarme nuevamente con personas que no son para mí, ahora que tengo mas claro hacia donde voy, me es más fácil sacar de mi metro cuadrado a quien nunca debí dejar entrar. Supongo que todos necesitamos pasar por ese proceso, debes besar sapos antes de encontrar al príncipe e inclusive asi, puede que este venga con traumas emocionales o conflictos no resueltos, pero eso es parte del aprendizaje, si fuera fácil no seria interesante. Lo importante aquí es, creo, que no cometamos el mismo error, esta bien que besemos sapos antes de encontrar al príncipe, pero cuando vayamos por el numero veinticinco deberíamos detenernos para identificarlo o aprender de nuestros errores. Si, es mas fácil echarle la culpa al otro, pero si buscas sapos, encuentras sapos ¿no?.
Por supuesto que no hay mal que dure cien años, y en algún momento te tienes que dar cuenta que te estas equivocando. Y yo lo hice. Solo que me tuve que estrellar contra un muro, cual dibujo de la Warner, para darme cuenta de eso. Es posible que esa persona ni sabia que estaba causando en mi vida, porque finalmente no se sentía incluida o parte de algo, pero para alguien como yo, que ama su libertad más que nada, es más fácil sentir que no es nuestra culpa o que hicimos todo para que la relación floreciera. Es mas, como dije alguna vez: no quiero firmar contratos de exclusividad pero tampoco tengo ánimos de compartir, así que si llegan tarde o no llegan, yo siempre lo supe, pero es mas fácil echarle la culpa al otro. Así puedo decir que no me valoran, y gritar NEXT!! sin sentirme culpable al respecto. Por supuesto tampoco hay que mentir, yo no ando por la vida diciéndole a todos los posibles, que son el amor de mi vida, siempre me resguardo en mi jaula de amigo cariñoso, aunque, claro, siempre hay alguien que tiene la llave maestra. Hoy una amiga me enseño su método de identificación y clasificación para con los posibles, pero antes que nada se tiene que hacer una introspección, y aunque sé que ese puede ser un callejón sin salida estoy dispuesto a correr el riesgo. No quiero involucrarme nuevamente con personas que no son para mí, ahora que tengo mas claro hacia donde voy, me es más fácil sacar de mi metro cuadrado a quien nunca debí dejar entrar. Supongo que todos necesitamos pasar por ese proceso, debes besar sapos antes de encontrar al príncipe e inclusive asi, puede que este venga con traumas emocionales o conflictos no resueltos, pero eso es parte del aprendizaje, si fuera fácil no seria interesante. Lo importante aquí es, creo, que no cometamos el mismo error, esta bien que besemos sapos antes de encontrar al príncipe, pero cuando vayamos por el numero veinticinco deberíamos detenernos para identificarlo o aprender de nuestros errores. Si, es mas fácil echarle la culpa al otro, pero si buscas sapos, encuentras sapos ¿no?.
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