martes, 27 de mayo de 2008

Dejame Entrar

Cuando decides vivir tu vida de una determinada manera piensas que es mas fácil ser indiferente, frio y un poco manipulador. Es mas seguro, y hasta lo disfrutas, pero siempre y en algún momento las cosas cambian. La vida empieza a tener otro sentido cuando las ves desde una posición vulnerable, cuando decides dejarte llevar y que otro la gobierne, es cierto que con la edad nos volvemos mas seguros de nosotros mismos que necesitamos mas nuestro espacio, pero también que es mas probable, que cuando nos enamoremos sea de una forma mas intensa. Es entonces cuando las cosas se vuelven un poco contradictorias, porque aunque ames locamente, tu lado pragmático se vuelve mas analítico y por ende desconfiado, no solo necesitas estar con alguien, necesitas estar seguro que esa persona quiere estar contigo, no se trata tanto de querer, como de querer que te quieran como tu lo haces. ¿Pero qué nos podría generar esa paz que teníamos a los quince cuando lo único que necesitabas era estar con esa persona? Yo lo estoy descubriendo de a pocos.
Cuando has conocido el otro lado de la luna, sabes con seguridad que la gente manipula, miente y siempre saca una tajada, sentimental o material, en cada cosa que hace. Mientras mas sabes, mas difícil se vuelve confiar, es tal vez por eso y por asociación, también se vuelve difícil amar. Pero por supuesto todo eso cambia, cuando te liberas de los prejuicios y las predisposiciones y te dejas llevar. Amas con miedo claro, pero amas. Creo que el kit de la cuestión aquí es si estamos dispuestos a despojarnos de todo por ese amor. Yo que soy pragmático por antonomasia, en el amor es en lo único en que me dejo llevar, en que me vuelvo codependiente, pegajoso e inseguro pero nadie es más feliz que yo siéndolo. Si, sus pies están sobre mi cabeza y que chu.. ps. Mis amigos dicen que lo mejor para conquistar a la otra persona es practicar la indiferencia, pero supongo que soy pésimo jugando ese juego. Puedo ser indiferente, coqueto, manipulador, cuando lo único que quiero es quitarle la ropa, pero cuando quiero que me dejen entrar al corazón, la dulzura, y si, un poco la cursilería, me sale por los poros. No quiero estar lejos de esa persona ni por un minuto. Quiero hacerla feliz, aunque pierda mi identidad y un poco mi autoestima, mientras tanto. No creo ser una persona que ame demasiado, solo soy una persona que necesita demasiado. La pase muy bien siendo pendejo. Pero ahora quiero otra cosa, esta bueno agarrar con dos diferentes en una misma noche, o hacer una liquidación de fin de semana (2x1, ustedes entienden) pero por ahora soy mas feliz, con una botella de vino y viendo Lo que el viento se llevo o videos de la Carra en Youtube con él, y he descubierto para mi sorpresa que no quiero lograr que se quite la ropa, quiero lograr que no se vaya de mi lado.

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