martes, 27 de mayo de 2008

A los treinta

No se desde cuando exactamente pero he empezado a tomar conciencia que tengo treinta años, no estoy diciendo que me sienta viejo, nada mas lejano, es solo que mis prioridades han cambiado, ya no me divierten las mismas cosas, y ya no tengo la misma paciencia de antes. Ni siquiera para el coqueteo, antes podía soportar una conversación soporífera, trivial o descaradamente hueca si con ello conseguiría quitarles la ropa. Ahora no, la vida me pasa por otro lado, la persona me tiene que gustar en varios aspectos. No me malinterpreten, no he cambiado mi rango de edades en lo que a victimas se refiere, pero prefiero a alguien que sepa lo que significa APEC y no tanto BF4E. Mis amigos, que son pocos y muy buenos, siempre me dicen que espero mucho si en verdad encuentro tan poco, pero para alguien que como yo habla mucho de casi todo sabiendo poco de casi nada, es muy refrescante encontrar a alguien de veinte que me enseñe algo, desde escuchar Aida hasta hacer una felatio. No me refiero a que sea emulo de Marco Aurelio Denegrí, pero alguien con personalidad, que disfrute una copa de vino tanto como un porro. Lo que quiero decir es que las personas ya no solo me cautivan por el físico, he empezado a comprar el paquete completo.
Por supuesto eso es en mi caso. Tengo dos buenas amigas recientemente divorciadas que están pasando por un proceso inverso al mío, ya no quieren tanto un novio pragmático como un agarre cool, no digo que se hayan convertido en mujeres de choque y fuga, si no que se han reencontrado con su lado veinteañero de no tomarse las cosas tan en serio, vivir la vida para ellas ya no representa tanto buscar alguien que les de seguridad como alguien que las apasione. Es obvio que para los demás (cucufatos) esa nueva forma de vivir es un tanto promiscua o meramente irresponsable, pero yo siempre pensado y gritado, que uno debe vivir lo que le plazca sin restricciones. Mi hermana, mujer practica, si las hay, siempre estuvo mas al borde que yo, hizo todo lo que tenia que hacer antes de los veinticinco y siempre me inspiro en ella para vivir mi vida. Justo cuando ella decidió que era tiempo de ser mama y tener casa con jardín, perro y marido yo decidí salir de closet y descubrir lo que me estaba perdiendo. Ella es feliz siendo madre, y hoy que ambos estamos en los treinta y compartimos mas cosas que nunca, se que debes en cuando a ella, como a mis amigas, le gustaría tirar lo toalla y volver a ser la Brenda que era cuando tenia veintidós, pero claro la diferencia es que es mamá y esta embarazada del segundo. A veces en nuestras conversaciones se sorprende como hemos cambiado y que ahora sea yo quien llegue el domingo en la mañana con el pan y el tamal y ella sea quien abra la puerta. Siempre fuimos muy diferentes, pero creo que en eso radicaba nuestra amor filial, antes era yo quien se quedaba los sábados por la noche en casa y era ella quien llegaba el día siguiente, tal vez por eso ahora me entiende y me celebra, porque siete años después las cosas están al revés pero la esencia es la misma. Supongo que todos vivimos etapas y finalmente la vida es cíclica, no creo que yo alguna vez tenga casa con hijos y mascotas, pero supongo por ahora ella vera nickelodeon con su hijo y yo seguiré saliendo con gente que hasta hace poco era fan de ese canal, pero de cuando en cuando hace zapping entre Mtv y People&Arts.

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