martes, 16 de octubre de 2012

Mi soledad y yo.


Siempre me ha gustado estar solo, creo firmemente que hay algo hermoso que se esconde en la soledad, supongo que tiene que ver con el hecho de conocerse más a uno mismo, de pensar en las cosas que haces y en las que quieres hacer. Desde que era adolescente me ha gustado mi soledad, recuerdo las tardes de sábado en Buenos Aires cuando lo único que me gustaba era salir a caminar y explorar la ciudad. No tenia ningún plan establecido, y nunca lo he tenido, solo iba a donde mis pies me llevaban. Ahora a los trenticinco la he redescubierto. Hace doce años cuando me enamore por primera vez (todo lo hice tarde) deje mi soledad a un lado y empecé a disfrutar de andar en compañía, me acostumbre a no comer solo, de hacer planes para dos y de armar mis planes teniendo en cuenta a la otra persona, es decir deje entrar a alguien a mi, hasta ese momento, inconquistable metro cuadrado. La experiencia si bien me gusto no termino de la forma en que esperaba y decidí cerrar la puerta hasta que otra persona me enamoro (atropello) con consecuencias catastróficas, incluidos ambulancia, policía y pastillas antidepresivas. Me acostumbre a no hacer nada sin él, nos vimos todos los días durante año y medio, no concebía hacer nada sino lo incluía, no me enfocaba en el trabajo, no veía a las personas que mas quiero y andaba pendiente de sus necesidades, dejando atrás las mías. Pero como creo que de todo se aprende, entendí, a punta de golpes (literalmente en algunos casos) que uno nunca debe perder su esencia y si cambias para gustar lo único que logras es que se enamoren de alguien que no eres lo cual siempre causa frustración. Hoy  tengo una relación con alguien quien defiende su metro cuadrado más que yo, que no tiene la menor intención de fingir o dorar la píldora. Y aunque resulte contradictorio, es justamente gracias a esta relación que he redescubierto mi soledad. Este año decidí vivir solo y eso es algo que me ha hecho mucho bien. No hay nada como llegar a tu espacio y desconectarte, de colocar cada cosa en un lugar que a ti te gusta, pero por sobre todo un lugar donde estar solo. S. y yo podemos ser atípicos para los demás pero creo que a ambos nos funciona mejor así, somos muy diferentes, así que algunas noches de sábado el sale con sus amigos mientras yo leo Millenium o GQ. Por supuesto que tenemos cosas en común y hemos descubierto cosas que disfrutamos juntos, pero nadie se pica si él otro decide que hoy no tiene ganas de hablar ni ver a nadie. Hay mucho respeto de los tiempos y las obligaciones. Hace un par de semanas me tome un día para mi, camine, leí, me hice las manos (recuerden que también leo GQ), fui al cine a ver una película de Woody Allen, me di una vuelta por Casa Cor y cene en un restaurant que me gusta sin mas compañía que Raro, y lo disfrute mucho. La vida es algo que muchas veces no entiendo, que dicen es mejor en compañía, pero también creo que esta bueno sentarse a ver el atardecer solo y pensar, sino en que momento te descubres a ti mismo.

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